martes, 12 de junio de 2012

Resolución de conflictos: ¿ponemos la otra mejilla?

Lic. Claudia Beatriz Gentile 

Dijo Einstein: “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo.”

¿Cuántas veces se te vuelven a presentar conflictos similares y aplicás la misma estrategia para resolverlos aún cuando te haya demostrado no ser la adecuada?

Te tropezás vez tras vez contra la misma piedra y seguís insistiendo en levantarla y arrojarla contra la pared. Y sabés? La vida, aunque parezca sádica al repetirte las mismas pruebas, es en realidad, insistente pero no para hacerte sufrir, sino para que logres aprender algo y pases al siguiente nivel del juego, superando una instancia que no lograbas atravesar.

Pensá acaso si era sádico que cuando ibas al colegio y te iba mal en un examen, tuvieras luego distintas oportunidades para ser reevaluada, hasta aprender. Incluso al costo de tener que repetir un curso si fuera necesario.

Y así es la vida. Tenés un padre estricto y autoritario, pensás que yéndote de tu casa se resuelve el problema y terminás casada con un hombre de iguales características. Te divorciás y resulta que empezás a trabajar en un lugar donde tu jefe tiene esa modalidad de trato. Entonces? Si seguís escapándole al problema yéndote, no se resuelve. Ese modo de resolverlo no ha demostrado ser el más apto.

O sea que si buscás resultados distintos, no hagas siempre lo mismo. Si ponés siempre la misma mejilla, cambiala, poné la otra.

Y qué es poner la otra mejilla?

Me gusta analizar esta frase desde otra perspectiva distinta a la que nos enseñaron en el catecismo. En ese contexto sonaba como masoquismo puro. Algo así como que si te pegan en una mejilla, había que poner la otra para que te sigan pegando, y parejito, de ambos lados.

Y si Jesús estaba hablando de hemisferios cerebrales?

A ver cómo se leería esto: si se te presenta un conflicto y aplicás el pensamiento lógico-secuencial del hemisferio izquierdo y no lográs resolverlo, aplicá las capacidades del hemisferio derecho e intentá algo creativo, intuitivo, plástico y no lineal y de ese modo, cambiás la estrategia, hacés algo distinto frente a los mismos conflictos infructuosamente afrontados con los métodos que demostraron no ser los adecuados. O sea, poner la otra mejilla es poner el otro hemisferio.

Y en nuestra cultura hay exceso de hemisferio izquierdo. Nos enseñan a desarrollarlo desde muy chicos, de hecho hasta no hace mucho, la inteligencia se medía en función a ese tipo de pensamiento: el lógico-matemático y de allí salía el CI, el coeficiente intelectual. Y recién desde mediados del siglo pasado se empezó a dar cabida a otro tipo de inteligencias como coexistentes e igualmente válidas. O sea que es época de poner la otra mejilla y desarrollar los potenciales que nos ofrece el pensamiento lateral, por ejemplo; producto del hemisferio derecho.

A partir de estos hallazgos, muchas empresas de vanguardia, para expandir sus ingresos, convocan a un equipo de creativos de mentes innovadoras. Habrán escuchado hablar de la técnica de brainstorm (tormenta de ideas), que consiste en reunir varias personas enfrentándolas a un desafío frente al cual van tirando ideas que seguramente empiezan siendo las más convencionales y probadas como ya no resolutivas, hasta las más descabelladas, y en medio de esta emergencia de ideas que brotan justamente del hemisferio derecho, creativo, innovador en su enfoque, aparece una que resulta ser la más acertada.

Entonces, sentís la tormenta en tu interior? Relámpagos de enojo por seguir repitiendo los mismos errores? Errores que te indican dolor? Dolor de resoluciones que no son las acertadas?

Pues jugá. Cambiá el clima de tormenta por una tormenta de ideas sin temer, sin vergüenza por lo insólitas que puedan ser las ideas que se te ocurran. Probá algo nuevo. Al menos si te va mal, será porque pusiste en práctica el plan H, o M, pero no ya el mismo plan A que resultó ser infructuoso vez tras vez.

Pero no te rindas. Seguí aleteando. Ya vas a poder volar y salir de esa situación que te empantanó las plumas de tu Fénix Sagrado.

No es eso acaso ser una persona resiliente?

Lic. Claudia Beatriz Gentile
 
  • Autor:
  • Claudia Gentile
  • Psicóloga Transpersonal
  • grafosintesis@yahoo.com.ar
  • www.grafosintesis.blogspot.com




FUENTE: UNIVERSIA





.

No hay comentarios: