Sergey Tuganov, un ruso de 28 años, perdió la vida esta semana de una forma tan increíble como placentera.
Hizo una apuesta con dos chicas: aguantar 12 horas teniendo relaciones sin pausa. Él aceptó sin dudarlo y, para no perder su virilidad, tomó varias dosis de viagra durante el infinito polvo. La apuesta valía la pena, porque el premio era de 4.000€.
El problema fue que Sergey nunca pudo cobrar su premio, porque murió de un paro cardíaco poco después de pasar esa docena de horas de desenfreno. Una de las chicas, Alina, declaró a la prensa que llamaron a la ambulancia, pero los servicios médicos no pudieron hacer nada por salvarle la vida.
Según los médicos, las grandes dosis de viagra que Sergey tomó y el intenso ejercicio físico que hizo en la cama, fueron los responsables de su muerte. Las dos chicas no tuvieron el mismo final porque, por lo visto, las mujeres tienen más resistencia que los hombres a esa misma edad.
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