viernes, 23 de mayo de 2008

Intuición o sexto sentido

Antes de ser reconocido como un genio, Albert Einstein fue un incomprendido. Sus colegas no le entendían y le dejaron sólo, porque, además de apoyar su conocimientos en la experiencia, pensaba que sólo la intuición podía explicar las premisas de una teoría científica. Después, sus aportaciones a la física han resultado fundamentales y está considerado uno de los científicos más importantes de la historia. ¿Cómo es posible? Quizás porque en los albores del siglo pasado no existían las neuro-imágenes, que se han revelado como una valiosa herramienta y han hecho posibles investigaciones antes impensables. Aunque, como advierte el Psicólogo del Instituto de Neurociencias de la Universidad Autónoma de Barcelona "no son una ventana a la mente". Un profesor de Psicología de la Universidad Británica de columbia (Canadá), Ronald Rensink ha descubierto en un experimento que algunas personas son capaces de advertir cambios en una escena que están mirando antes de que se produzcan, según ha publicado la revista Pshycholical Science.

Rensink llevaba seis años enfrascado en saber qué impide a los conductores ver un peligro inminente. Pidió a 40 voluntarios que pulsaran un botón cuando apreciaran una pequeña diferencia al mostrarles una secuencia fotográfica, pero un día advirtió que un tercio de ellos se anticipaba ligeramente a las imágenes porque "sentían" que iban a producirse. El investigador ha llamado "mindsight" a esta percepción, que podría traducirse como "visión mental" o "sexto sentido", y ahora intenta averiguar qué hace que unas personas lo tengan y otras no. "Cerca de 1/3 de la gente parece tener este sentimiento de que algo está pasando, de que algo cambia" indica Rensnk. Está claro que existe, ellos lo utilizan en su experiencia diaria. El experimento sugiere que hay una forma distinta de percibir las cosas, separada de la vista sólo por segundos. "En teoría hay una forma de alerta en el sistema biológico colindante con la conciencia ordinaria, al que no prestamos atención porque no lo tenemos reconocido como una forma complementaria de la vista" explica.

Un equipo de la Universidad de Iowa (EEUU) estudió a un grupo de personas que habían sufrido un accidente en la parte prefrontal del córtex (encima de los ojos). Su inteligencia era normal, pero los investigadores advirtieron que tomaban siempre las decisiones más adversas. El trabajo, publicado en Science indica que un sistema de aviso provoca cambios en el comportamiento humano y nos orienta hacia la decisión más adecuada antes incluso de que podamos razonarla.

La intuición es un fenómeno biológico basado en la capacidad mental y que permite anticipar determinados acontecimientos, según los expertos. "La rapidez en el procesamiento de señales nos hace anticipar información, amplía posibilidades y da más libertad para actuar" explica Florentino Moreno, experto en Psicología social de la Universidad Complutense de Madrid.

Neuro-científicos y psicólogos coinciden en que los humanos hemos formado patrones de anticipación que nos permiten imaginar la situación a la que nos enfrentamos y evaluar sus consecuencias. De hecho, una investigación del Centro de Análisis de Imagenes cerebrales de la Universidad de Duke (EEUU) ha comprobado, con técnicas de escaneo, como se activa una región cerebral que localiza patrones de percepción, que nos hacen tener intuiciones.

Sus hallazgos sugieren que la corteza prefrontal está siempre procesando información ambiental, para preparar al organismo hacia algo imprevisto. Las partes del cerebro que se activaban durante el experimento eran la zona prefrontal y las regiones subcorticales, asociadas con la detección de objetivos, cambios de tareas y la memoria de trabajo.

El experto en ciencias del comportamiento Robin M. Hogarth, quien ha dedicado buena parte de su carrera a investigar sobre la intuición, indica en un artículo para la Universidad Pompeu Fabra que la intuición nace del sistema tácito, una forma de pensamiento que se produce sin la atención consciente: es rápida, sensible al contexto y da respuestas aproximadas. El sistema tácito implica tanto respuestas innatas como aprendidas.

Hogarth tambien defiende, como Huettel, Mack y MacCarthy, que estamos preparados, de forma genética e innata, para "aprender las distintas conexiones del entorno", que nacemos con un núcleo de conocimiento inicial y que el aprendizaje de forma deliberada, con mucha práctica, puede llevarnos a un comportamiento intuitivo.

Cuando tenemos un problema, buscamos experiencias similares previas en nuestra mente para resolverlo. Pero si el asunto requiere una solución distinta o creativa, usamos toda la información que sintoniza con nuestro problema como base, y a partir de ahí, innovamos una alternativa. Es entonces cuando "una jerarquía de controles revisa toda la información de forma auto-reflexiva, aceptando, rechazando, valorando o modificando los contenidos que le ofrece el cerebro de relación. Después, la mente genera conclusiones, que se presentan como intuiciones" indica Martínez Miguelez en "El proceso creador de la neurociencia".

La intuición requiere un trabajo previo, porque puede traicionar. Hogarth señala 2 procesos para desarrollar la intuición: la observación y el feedback (reacción que refuerza las conexiones entre objetos o acontecimientos).

La clave para desarrollar buenas intuiciones es situarnos en un entorno de toma de decisiones preciso y oportuno. Si hay falta de feedback o está sesgado, habrá que cuestionar la validez de nuestras intuiciones" indica Hogarth.

Florentino Moreno tambien advierte de que, a veces, tomamos por buenas intuiciones falsas "condicionados por el ámbito cultural". Este fenómeno, llamado "la profecía auto-cumplida", se produce cuando "tomamos una actitud desconfiada ante lo que consideramos una amenaza, lo que provoca reacciones negativas y hace que se cumpla nuestro juicio inicial".

Las primeras investigaciones ya han hecho caer los mitos de la intuición como fenómeno seudocientífico, y tienen ante sí un reto más interesante: saber hasta dónde llega el sexto sentido.
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Gentileza de Maria Dolores Rivas Losada


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